Sería en la temporada 1944-45 cuando recuperaría su puesto en la máxima categoría, viviendo a partir de 1947 una de las mayores épocas de esplendor entrenados por el mítico arquero internacional Ricardo Zamora. Fue parte del reino de los suevos tras las invasiones bárbaras y en 714 fue tomada por las tropas musulmanas de Táriq, aunque sería reconquistada por la monarquía asturiana a mediados del mismo siglo.